Déficit de Atención e Hiperactividad

¿En qué consiste?

El déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una alteración neurobiológica que se caracteriza por la dificultad del niño para autorregular su conducta en tres aspectos: atención, impulsividad y activación motora.

Se pueden distinguir  tres tipos:

.TDAH predominantemente inatento. Con frecuencia se observan algunos de los siguientes síntomas: tiene dificultad para mantener la atención en actividades o juegos, comete errores por descuido, no parece escuchar lo que se le está diciendo, tiene dificultad en completar tareas o no sigue instrucciones, evita actividades que requieren mucho esfuerzo mental, se distrae fácilmente por estímulos externos…

.TDAH predominantemente hiperactivo-impulsividad. Con frecuencia se observan estos síntomas: mueve manos y pies o se mueve en su asiento, se levanta en clase o en situaciones cuando no debe, actúa como si estuviera activado  por un motor, contesta impulsivamente antes de que se termine de formular una pregunta, habla excesivamente, tiene dificultades para esperar su turno en actividades de grupo, interrumpe a la gente o se mete en conversaciones o juegos…

.TDAH combinado. Sintomatología tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad.

Las conductas se detectan con claridad a partir de los seis años y tienen que ser observadas tanto en casa como en la escuela.

 

¿Cuáles son algunas de las dificultades que presentan estos niños?

.Limitaciones para controlar los impulsos.

.Alteración en la focalización de la atención y su mantenimiento.

.Menos habilidad en el control de las emociones.

.Resultados escolares más bajos de los  esperados por su capacidad intelectual y rendimiento irregular.

¿Cuál es el tratamiento que pueden recibir estos niños?

El tratamiento debe ser multiprofesional:

.La intervención médica suele incluir tratamiento farmacológico.

.La intervención psicológica tiene como objetivo mejorar las habilidades académicas del niño, su motivación, su autoconcepto y fomentar la adquisición de hábitos de estudio. También tratará las dificultades emocionales y conductuales además de entrenar a la familia en el abordaje del trastorno.

 

Orientaciones para los padres

-Mantener una relación constante con el centro educativo a través de entrevistas y la supervisión de la agenda, estableciendo objetivos conjuntos que sean revisados periódicamente.

-Respecto al control de la conducta:

.Las instrucciones que les demos deben ser cortas y concretas asegurándonos de que las han comprendido.

. Establecer normas de disciplina claras y consistentes, o sea, siempre las mismas al igual que las consecuencias.

.Reforzar las conductas positivas.  Felicitarles cuando lo hayan hecho bien.

.Cuando se incumpla una norma hay que aplicar la consecuencia establecida sin dejarse influir por las quejas del niño y sin perder la paciencia.

.Ser persistentes. Los cambios pueden tardar en producirse.

-Respecto a la realización de las tareas en casa:

.Enseñarles a establecer rutinas a la hora de los deberes.

.Dividir las tareas en apartados pequeños. Hacer esquemas que faciliten el aprendizaje.

.Valorar positivamente sus esfuerzos y progresos.

Existen técnicas eficaces para la mejora de comportamientos inadecuados asociados al TDHA: Técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en autoinstrucciones y técnicas de relajación.

 

ANA CALVO MURO

PSICÓLOGA. COL. Nº: R-0303

MÁSTER EN PSICOPATOLOGÍA Y SALUD

MÁSTER EN INTERVENCIÓN EN DIFICULTADES DE APRENDIZAJE