La autoestima

Podemos decir que la autoestima es el grado de satisfacción personal de un individuo consigo mismo.

Una buena autoestima permite gestionar nuestras emociones, pensamientos y conductas de una forma más satisfactoria. Alguien con una autoestima saludable:

  • se siente valioso.
  • es capaz de solucionar sus problemas a pesar de las dificultades.
  • es capaz de pedir ayuda.
  • identifica sus distintas emociones y puede compartirlas si así lo desea.
  • no dedica excesivo tiempo a revisar el pasado ni a preocuparse por el futuro. Aprende del pasado y planifica el futuro viviendo intensamente el presente.

 

La autoestima también afecta a nuestra forma de relacionarnos con los demás. Así, una persona con una buena autoestima:

  • defiende sus  derechos a pesar de la tensión que esto genere.
  • es capaz de actuar según su propio criterio sin sentirse culpable aunque los demás no estén de acuerdo.
  • puede modificar sus opiniones en público si entiende que estaba equivocada.
  • se relaciona de igual a igual con los demás.

 

Por tanto, es fundamental para tener una buena salud psicológica.  Una autoestima sana nos hará sentirnos más satisfechos con nosotros mismos (reduciendo sentimientos de culpabilidad, impotencia…) y ser menos vulnerables a los ataques del entorno. Todo ello contribuirá a prevenir  trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad.

 

Sabemos que la autoestima no es un rasgo estable. Se va modificando a lo largo de nuestra vida en función de nuestras circunstancias. Y sabemos también que se puede intervenir para mejorarla.

 

 

ANA CALVO MURO

Psicóloga Col. R-0303

Máster en Psicopatología y Salud

Curso Experto en Psicopatología y Psiquiatría