A continuación vamos a exponer las normas básicas que hay que seguir para conseguir mejorar el comportamiento de un niño o adolescente. Esto supondrá a la vez una mejora en vuestra relación con él.
¿Qué hacer cuando su conducta es correcta?
Hay que intentar que no pase desapercibida reforzándola de distintas formas:
-Utilizando el refuerzo social, o sea, palabras de elogio y afecto, (p.e. estupendo, hijo).
-Compensándole con alguna actividad que a él le agrade hacer y que vosotros consideréis adecuada.
Esto mejorará su autoestima y hará más probable que aumenten las conductas agradables.
¿Cómo enfrentarnos a las conductas inadecuadas?
En ocasiones el niño o el adolescente parece no darse cuenta de las consecuencias desagradables que producen sus conductas, p.e. insulta a los adultos no siendo consciente del dolor que produce en los demás y no pidiendo disculpas por ello. Por esa razón ante cualquier tipo de falta que cometa es preciso:
-hacerle ver, con la mayor calma posible, las consecuencias negativas que esa conducta produce. Le estaremos enseñando a que se ponga en el lugar de las otras personas.
-enseñarle a que pida disculpas.
¿Cómo conseguir que el castigo sea efectivo?
El castigo ha de ser:
.Concreto y lo más inmediato posible, o sea, que pueda ser cumplido en ese mismo día o pocos días después. No conviene tampoco que se alargue durante muchos días para que el niño no se desanime y no encuentre razones para portarse bien. Una vez finalizado el castigo tendrá nuevas oportunidades para hacer las cosas bien y conseguir los refuerzos de sus padres.
.Nunca castigo físico. Que el castigo suponga retirada de algún beneficio del que gozaba antes de comportarse mal. (P. e. ver una película, salir con los amigos…). En momentos donde hay mucha tensión, mantengamos la calma y utilicemos la técnica del tiempo fuera que consiste en pedirle al chico que vaya a su habitación cinco minutos y luego salga para continuar hablando.
.El castigo ya sea impuesto por el padre, por la madre o por ambos de mutuo acuerdo, una vez expuesto al niño, ha de cumplirse siempre. Solamente si nos damos cuenta de que hemos sido injustos lo podemos hablar con él y reducirlo.
.Es preciso evitar cualquier tipo de amenaza.
Para conseguir cambios hemos de tener en cuenta que los niños necesitan conocer con claridad qué es lo que esperamos de ellos. Para ello tan sólo necesitamos decírselo una vez y asegurarnos de que lo han comprendido. El ser insistentes y repetírselo muchas veces sólo les llevará a pensar que no es necesario obedecer de inmediato puesto que hay más oportunidades; además, y sin darnos cuenta, estaremos reforzando las conductas que deseamos desaparezcan porque estamos poniendo toda nuestra atención en ellas.
Si siguiendo todas estas indicaciones no mejora la conducta de vuestro hijo y os sentís impotentes quizá sea necesario solicitar ayuda profesional.
ANA CALVO MURO
PSICÓLOGA. COL Nº: R-0303
MÁSTER EN PSICOPATOLOGÍA Y SALUD
MÁSTER EN INTERVENCIÓN EN
DIFICULTADES DE APRENDIZAJE